Historias del rock nacional y algo más.
En esta ocasión les contaré la bizarra experiencia que narra Xava Drago, vocalista del grupo de Hard Rock mexicano CODA.
Cuando en el año de 1993 fueron seleccionados por la banda inglesa de Hard Rock Def Leppard, para abrir su concierto en el Palacio de los Deportes como parte de la gira mundial “Adrenalize”, en aquel entonces CODA se posicionaba como la banda número uno del género, con su álbum “Enciéndelo”, bajo el sello discográfico Sony Music.
Fue una noche de Glamour e inolvidable experiencia para la banda mexicana, sin embargo, Xava cuenta como pasaron de un momento de grandeza al compartir abrazos y cerveza en los camerinos, además de compartir el escenario con una leyenda del Hard Rock mundial ante más de 20 mil fanáticos, a tener que regresarse a sus casas en el metro una vez terminado el evento, preguntándose entre cada parada de estación, si había sido real lo que habían vivido.
Y es que la dirección de la banda de la mano de Sony Music no fue la mejor en términos económicos, la banda nunca vio remunerado su talento, aunado a que el sello discográfico apostó por un cambio de rumbo en el concepto musical de la banda por intereses comerciales, lo cual al poco tiempo terminó por desintegrarla.
Un referente en la escena metalera de finales de los 80´s y principios de los 90´s en la batería fue Polo García, reconocido en la escena metalera nacional y colaborador del productor Scott Burns, productor musical de Morrisound Recording (sello productor de bandas de renombre en la escena heavy metalera internacional de la época), exintegrante de grupos como Delirium Tremens, además de ser pionero en el rock progresivo mexicano, quién abrió los conciertos del grupo Inglés Marylion en 1992, en el Auditorio Nacional como parte de su gira mundial “Statics”, integrante también del grupo heavy metalero México-Español Agony Lords, y de la banda guanajuatense Ripping Flesh.
Me remonto al año de 1993, cuando conocí al buen Polo, en ese entonces llevaba a su hija al kínder en el cual yo trabajaba como conserje, en esa ocasión se presentó a las puertas del colegio en bermudas, con la greña a media espalda, aretes y tatuajes en ambos antebrazos, tenía pinta de gabacho, pues era güero como de 1.90 de estatura, pero lo que particularmente lo distinguió ese día fue un tatuaje que abarcaba toda la pantorrilla derecha, un jabalí con los testículos de fuera que no pasó desapercibido a los ojos de la Directora General, que de inmediato me ordenó invitarlo a retirarse y recomendarle que no se presentará así a dejar a su hija.
Cabe señalar que se trataba de un colegio católico, por lo que más de una madre de familia se sorprendió también al ver el tatuaje y la pinta del Polo, así, atendiendo la recomendación de la directora me acerque a comentarle lo que la directora me había instruido, pero, como chingados le iba a reclamar yo algo, si abajo del uniforme de trabajo yo llevaba una playera de la banda Slayer, lo que hice fue pedirle un autógrafo en mi playera, la directora por su puesto no sabía nada de Rock y Heavy Metal, me preguntó qué era lo que le había dicho al respecto, le dije que nada en particular, que solo le había pedido su autógrafo, la directora me preguntó que quién era y a que se dedicaba, le dije que era uno de los mejores bateristas de rock del momento, y desde ese día con el fin de obtener publicidad gratis para el colegio hasta lo incluían en las fotos de los festivales y el anuario de padres de familia.