Las claves del estilo de vida japonés para vivir más y mejor, según la ciencia
La esperanza de vida en Japón es la más alta del mundo. ¿Qué factores hacen de este país un ejemplo a seguir?
La inmortalidad aún no está al alcance de los seres humanos, pero la búsqueda de una vida más larga y saludable ha sido objeto constante de estudio durante décadas. Y aunque no haya una única fórmula secreta para la longevidad, existen determinadas culturas que por un motivo u otro, viven más tiempo.
Un claro ejemplo de ello es Japón. El país nipón ofrece valiosas ideas sobre cómo ciertas elecciones en cuanto al estilo de vida y prácticas culturales pueden contribuir no solo a una vida más larga sino también al bienestar con nosotros mismos.
En Japón, la esperanza de vida es la más alta del mundo: se estima que de media las mujeres viven 87,32 años mientras que los hombres llegan aproximadamente hasta los 81,25 años. Es por eso que la media de vida de los japoneses es la más alta de la historia, y siguen envejeciendo.
En 2019, el número de japoneses de 90 años alcanzó los 2,31 millones, incluidos más de 71.000 centenarios. Entonces, ¿cómo podemos vivir más según su modo de vida? ¿Cuáles son las claves para gozar de buena salud y longevidad, según el estilo de vida japonés?
Dieta saludable
Uno de los secretos clave de Japón para la longevidad estriba en su dieta tradicional, que da más importancia al equilibrio, la moderación y los alimentos ricos en nutrientes. El pescado, el arroz, el tofu, la soja y las verduras forman la base de la cocina japonesa.
Estos alimentos no solo son bajos en grasas saturadas y azúcares, sino que también son ricos en vitaminas esenciales, minerales y antioxidantes. Por ello, la dieta japonesa prioriza los ingredientes frescos y naturales, que se han relacionado con un menor riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardíacas.
Así lo corrobora un estudio publicado en 2016 en The British Medical Journal, que concluía que una mayor adherencia a las pautas dietéticas japonesas se asocia con un menor riesgo de mortalidad total y de mortalidad por enfermedad cardiovascular, especialmente por enfermedad cerebrovascular. Además, la baja tasa de obesidad en Japón subraya la importancia de los hábitos alimenticios en la promoción de la longevidad.
Comer moderadamente
Por otra parte, la cultura japonesa promueve prácticas alimentarias conscientes, como el concepto de “hara hachi bun me”, que anima a las personas a comer hasta que estén aproximadamente un 80 % llenas.
Se trata de un enfoque moderado de la alimentación, que ayuda a prevenir el exceso de comida y permite que las señales naturales de saciedad del cuerpo guíen la ingesta de alimentos. Además, las costumbres culinarias japonesas, como servir las comidas en platos más pequeños y comer lentamente, promueven la digestión y la conciencia del tamaño de las porciones.
Consumo de té verde
El té verde, piedra angular de la cultura japonesa, destaca por sus numerosos beneficios para la salud. Rico en antioxidantes y nutrientes, el té verde ha demostrado aumentar el sistema inmunológico, ayudar en la digestión, regular la presión arterial e incluso retardar el envejecimiento celular.
La práctica japonesa de beber té verde regularmente, junto con la participación en ceremonias tradicionales de té, subraya la importancia cultural de esta antigua bebida en la promoción de la longevidad y el bienestar.
Estilo de vida activo
La actividad física está arraigada en la vida diaria japonesa, desde los desplazamientos activos hacia la escuela y el trabajo hasta la participación regular en gimnasia radial y actividades tradicionales como arrodillarse durante las comidas.
El énfasis en el movimiento ayuda a mantener la fuerza, la flexibilidad y el estado físico general en todos los grupos de edad. Al incorporar la actividad física en las rutinas diarias, los japoneses mitigan los riesgos asociados con los estilos de vida sedentarios y promueven la longevidad a través de prácticas de bienestar durante toda la vida.
Precisamente, un equipo de investigadores japoneses analizó la práctica japonesa de caminar a la escuela implementada en 1953 para extraer lecciones útiles para otras ciudades y países. Argumentaron que esta costumbre ha ayudado a combatir la obesidad infantil gracias a la actividad física regular. Los resultados se publicaron en la revista American Journal of Public Health.
Atención médica de calidad
El robusto sistema de atención médica de Japón desempeña un papel crucial en el apoyo a la longevidad y la calidad de vida. Con iniciativas de atención médica patrocinadas por el gobierno, tecnologías médicas avanzadas y una cultura de atención preventiva, los ciudadanos japoneses tienen acceso a servicios de atención médica integrales a lo largo de sus vidas. Los exámenes de salud regulares, la detección temprana de enfermedades y la atención familiar contribuyen a la gestión proactiva de la salud y a una mejora en los resultados de salud.
Buena genética y vida con propósito
Aunque la genética puede desempeñar un papel en la longevidad, los estudios sugieren que los factores de estilo de vida y las actitudes culturales hacia el envejecimiento también influyen significativamente en la salud y la esperanza de vida.
El concepto de “ikigai”, es decir, encontrar un propósito y alegría en la vida, resalta profundamente en la cultura japonesa, especialmente en regiones como Okinawa, conocida por su alta concentración de centenarios. Y es que, vivir con un sentido de propósito, mantener conexiones sociales y abrazar estilos de vida activos llevan al bienestar general y la longevidad, según los expertos.
En este sentido, un estudio de la Universidad de Michigan (EE UU) publicado en 2019 en JAMA Network sobre 6985 adultos demostró que tener un fuerte sentido de propósito en la vida conduce a mejoras tanto en la salud física como mental y mejora la calidad de vida en general.
REFERENCIAS: https://www.muyinteresante.com/curiosidades/63546.html